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La transmision de valores

La transmision de valores

 Deysi Arias

La transmisión de valores no se realiza a través de contenidos teóricos, sino en la comunicación personal de quien los vivencia y traduce en experiencias vitales, creando al mismo tiempo un clima de cultivo y respeto a esos valores que constituyen al ser humano como peersona. De ahí la importancia de ser y de la calidad tando de los padres como de los educadores.

La transmisión y educación de los valores no es pues una asignatura, sino un proceso que acompaña y penetra el conjunto de realidades que van configurando "el hacerse" de la persona. Esto implica la necesidad por parte de padres y educadores de vivir ellos mismo y en sus ambientes esos valores y de educar la capacidad para percibirlos, discernimiento para elegirlos, creatividad para expresarlos, libertad y compromiso para vivenciarlos.

Crear un ambiente familiar que potencie y desarrolle estos valores es el medio más eficarz para transmitir los valores teniendo siempre en cuenta cada caso y cada hijo en su edad respectiva. La práctica nos irá orientando sobre la aplicación de todo cuanto decimos aqui. El conocimiento de cada uno de los hijos es imprescindible para lograr una transferencia de los valores más nobles y dignos para el individuo y para el futuro de su vida.

Llegar a ser una persona auténticamente humana debe ser la tarea principal de los seres humanos. A diferencia de los animales, nosotros venimos a este mundo como tarea a realizar, como misión a cumplir y como proyecto a perfeccionar. Para realizar esta tarea fundamental necesitamos unas realidades concretas que vayan dando sentido al conjunto de nuestra existencia personal y social, configurando una conducta o estilo de vida.

Un sistema de valores existencialmente asumido tiende necesariamente a buscar su expresion significativa en algunos comportamientos y estilos de vida concretos. Tanto los grupos familiares como los equipos docentes tienen sus limitaciones propias de cara a la estructuración de comportamientos y de sistemas de valores. La familia, en primer lugar, realiza la socialización primaria que se mueve sobre todo a niveles afectivos y como tal está expuesta a la permisión de "conductas desviantes" y a la fijación de comportamientos y criterios. En la convivencia familiar el niño interioriza las pautas de conducta y de comportamiento que presiden la vida social del adulto. Se puede decir, que la familia sirve y actúa como campo de entrenamiento social. Ya a la edad de cinco o seis años el niño ha aprendido como hacer frente a los problemas de relación y a muchas de las tensiones y presiones a que se ve sometido en su vida social.

La escuela permite la socialización secundaria con mayores niveles de racionalización de comportamientos. Ambas se necesitan mutuamente y requieren el lugar, digase la comunidad educativa, donde poner en común las expectativas de conducta y donde intercambiar criterios de madurez moral, sobre conflictos generacionales, sobre la vida, etc.

 

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